9 de febrero de 2012

El Gran Lienzo de la Humanidad

Imagina que por todas las ciudades y pueblos del mundo vamos situando grandes paneles, a modo de lienzos donde pintar, dibujar, escribir, pegar fotos, o lo que la imaginación sugiera. En ellos cada persona del planeta refleje cosas de si mismo, y de como ve el mundo en el que vive.

Dejamos que los paneles estén a la vista de todos, durante mucho tiempo, trabajando en ellos a libre voluntad. Podemos viajar a ver otros lienzos, fotografiarlos, e incluso colaborar en ellos. Cada persona es a la vez artista y espectador. Las partes que más nos gustan las podemos enmarcar o copiar. Liberamos los paneles para que siempre estén ahí, sin que ningún poder pueda censurarlos, solo el poder popular puede destacar lo mas valioso, y ocultar lo feo.

Habrá personas que no quieran colaborar. No pasa nada, pueden ser espectadores o incluso mantenerse al margen. Si no saben como usar los pinceles o no saben que dibujar, pueden pedir ayuda y un si fin de voluntarios acudirán prestos a resolverles sus dudas y apoyarlos.

Cada uno es libre de inventar sus formas de colaborar en esta gran obra de arte cultural de nuestro tiempo. Puede incluir poesía, la música que le hace sentir bien, fotos hermosas de si mismo, dibujos de sus animales preferidos, un colage sobre los problemas del mundo, o lo que se le ocurra.

También somos libres de juntarnos a charlar sobre ellos, bailar frente a los paneles, reír o abrazarnos. Es decir, podemos salirnos de los paneles a tomar perspectiva y crear algo efímero, que no quede plasmado en ellos. El arte esta tanto en los lienzos, como fuera de ellos.

Los paneles van reflejando nuestros significados y valores. Con una creatividad expresada en miles de millones de formas. Hay amor y hay odio, hay protesta y abrazos. Todo lo humano va saliendo de una u otra forma. Ya no esta escondido dentro de nosotros. La cultura va emergiendo de los grupos, plasmandose, y transformandose.

En todo el proceso valoramos la diversidad, que es muy amplia y profunda, y esta agrupada en muchas corrientes distintas, cada una de ellas con sus creadores más influyentes.

Poco a poco, este sencillo proyecto artístico colectivo, va complicandose. Las obras son infinitas. Hay tanto material y expresión diversa, que a algunas personas estos paneles les generan ansiedad. No pueden verlo todo, ni dibujar todo lo que quisieran, o controlar lo que esta pasando.

Ante esto, muchos otros eligen relajarse, y hacer lo que puedan. Y sin dudarlo, se sumergen y fluyen en la contemplación o en la colaboración en algunos fragmentos de paneles. Comprenden que no hace falta verlo todo, sino ir captando significados y valores, y aplicarlos a sus vidas y a su entorno.


Y surgen problemas, algunos usan los paneles para engañar a otros, o para hacerse publicidad y vender cosas innecesarias. Hay robos de identidades. Hay información y sentires personales que son usados sin ética. Surge el miedo. ¿Que hacemos ante esto? Algunos (pocos) proponen cerrar o no usar los paneles. Otros quieren controlarlos y censurarlos. No es un tema fácil. Los más osados proponen dejar que el sistema se autoregule, y que sea la propia sociedad la que empequeñezca y margine todo dañino que aparece en los lienzos.

Aunque muchos piensan que la sociedad no esta preparada para hacer esto, que aun esta inmadura para guiarse a si misma. Por eso, quieren que haya una policía de paneles, con sus jueces, leyes y restricciones.

Pero, esto parece que atenta contra la filosofía libre del gran proyecto. Y ademas, para los osados, hay la creencia de que esta policía de paneles sirven a algunos intereses concretos y para engañar y para vender algunas filosofías limitadas de vida.

Todo esto parece muy problemático, y que puede destruir la gran obra cultural de la humanidad, pero posiblemente no sean tan importantes. Los paneles siguen creciendo y mostrando la belleza, el amor, la creatividad, la libertad y la sabiduría de los seres humanos. Hay contradicciones, por supuesto, y estas son parte de nuestra cultura.

Por eso, que tu y yo aprendamos a observarnos y conocernos es fundamental para que vibremos en sintonía con la expresión colectiva de los paneles. Esto es algo que no hemos valorado suficientemente en las primeras fases del gran proyecto artístico de los paneles. Es necesario que cada artista humano asumamos nuestra responsabilidad en desarrollar nuestras cualidades, conciencia, ética y acción personal. Para que lo que reflejemos en los lienzos sea lo mejor de nosotros mismos.

Esto es hermoso y profundo, doy lo mejor de mi, tanto en los paneles, como en mi vida cotidiana. Me doy, me muestro y regalo mis capacidades para esta obra colectiva.

Y como grupo de aprendices, asumimos la responsabilidad de ayudarnos unos a otros a ser cada vez mejores personas y mejores artistas. Potenciar los mejores valores y profundizar en los significados colectivos. Solo así, creemos que los paneles irán reflejando cada vez mejor nuestra cambiante cultura humana.

¿Y después?

¿Pueden los paneles ayudarnos a organizarnos socialmente y alinear nuestras iniciativas, para mejorar nuestro mundo? Posiblemente, pero para eso algunos creemos que hay que dar algunos pasos más allá de la responsabilidad individual, y dotarnos a todos los seres humanos de una MISIÓN DE HUMANIDAD que nos de una dirección y un sentido claro como especie. Y usar los paneles como medio de sabiduria y comunicación, para ayudarnos a alinear todo lo que hacemos en pequeños grupos, con la misión global.

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